En Cataluña, uno de cada tres alumnos finaliza la primaria con un nivel bajo o medio-bajo en matemáticas. Una cifra que pasa a ser uno de cada dos si hablamos de niños en situaciones sociales y familiares complejas. Romper el miedo a las matemáticas, hacer que sean divertidas y mejorar su aprendizaje es uno de los objetivos de esta nueva actividad extraescolar gratuita que ha conseguido cautivar al alumnado con dificultades curriculares y mejorar también su autoestima. El secreto: motivación, grupos reducidos de tres personas y una metodología adaptada a las necesidades del estudiante. «Antes no entendía las matemáticas, ahora sí» es una de las frases que más repiten los participantes en el programa.

Ana Basanta

–Si tú tienes un cuarto y un cuarto —pregunta la tutora de MATH TUTORING mientras escribe en la pizarra 1/4 y 1/4 —, ¿qué tienes?

–Dos cuartos —contesta una de las tres alumnas que hay en el aula.

–Y dos cuartos es igual a un medio, como 5/10 = 1/2 

Estamos en la Escuela Aloc de Pineda de Mar y hoy toca hacer fracciones en MATH TUTORING, un programa que propone reforzar y consolidar conocimientos matemáticos en pequeños grupos, impulsado desde la Fundació Bofill para el alumnado de 6º de primaria. Para explicar las fracciones, Júlia Rodríguez, la tutora de MATH TUTORING, ha preparado unos cuantos ejercicios, como, por ejemplo, pintar seis cuadrículas cada una de las cuales está formada por 12 casillas. «Hay muchas maneras de encontrar la solución», dice Júlia. La primera parrilla es fácil, se tiene que pintar la mitad (1/2). Después 1/3, 1/4, 2/3, 3/4 y, para terminar, una que cuesta de entender: 5/6. Tienen que hacer 6 partes iguales con dos casillas cada una y pintar 5 casillas.

Malak, Victòria y Laura van una hora y media a la semana a MATH TUTORING después de las clases ordinarias, en el mismo centro educativo. Empezaron el mes de enero y ahora que el curso está a punto de terminar reconocen que están muy contentas con los resultados. «Antes me costaban mucho las mates, no sabía nada, y ahora es más fácil. Las fracciones no me salían bien, ahora me salen mejor», explica Malak. Pero hay otro aspecto que es tan importante como entender los números: en la clase formal con los alumnos, antes era más tímida y no preguntaba si tenía alguna duda, y ahora la situación es diferente. «Levanto la mano y no tengo vergüenza. Me siento bien. ¡Que nunca se acabe MATH TUTORING!», dice.

Victoria está de acuerdo. Aún recuerda las preocupaciones con las divisiones de dos cifras: «No me entraban en la cabeza, pero cuando las aprendí me quedé satisfecha. Ahora me gustan las matemáticas; antes no me gustaban nada.» Victoria ha pasado de ir muy justa en el primer trimestre a sacar un 7 y un 8 en los últimos exámenes. Su compañera Laura añade que ahora encuentra más sentido y utilidad a esta asignatura, ni que sea para ir a comprar, y le encanta que el grupo sea de tres porque se concentra mejor. «Me gustaría continuar en MATH TUTORING porque en el instituto será más difícil», remarca Laura.

El temario que se da en MATH TUTORING es diferente del de sexto porque, generalmente, los niños que necesitan este refuerzo aún tienen dificultades para entender algunos conceptos que ya trabajaron cursos atrás, y esto les dificulta el avanzar. «Se trata de buscar la raíz de lo que no ha quedado claro», nos explica Júlia. Según su experiencia, el nombre reducido de estudiantes facilita que se sientan más cómodos y que aprovechen más las clases.

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Una de las personas que más ha notado la evolución positiva de Malak, Victòria y Laura desde el principio de curso es su tutora en la Escuela Aloc, Eva Maria Calleja: «Hemos notado una mejora importante. Han ganado seguridad porque estaban instaladas en el “no entiendo nada de las mates”, tenían un bloqueo emocional y esta ayuda les ha ayudado a perder la vergüenza.»

Pone como ejemplo la descomposición de los números: «El hecho de sumar 6+8, llegar primero hasta 10 y después añadir lo que falta no les era tan fácil. Poner el 8 en dos partes son cosas que se alcanzan en una edad y, más tarde, se dan por hechas porque todo el mundo las tiene más o menos consolidadas, y este alumnado que tiene más dificultades parece que no tiene la ocasión de volverlo a hacer. Son temas que no son estrictamente del currículum de sexto, pero son conceptos básicos de otros cursos y necesitan más recursos o un esfuerzo externo y gratuito, porque las familias no se lo pueden permitir.» Precisamente uno de los objetivos del programa es que el alumnado en situación de más vulnerabilidad pueda acceder a esta tutoría extraescolar de enriquecimiento matemático.

Las familias son también las que más ven el cambio en el alumnado: «Las matemáticas no eran uno de los fuertes de mi hija, pero a raíz de venir aquí ha mejorado, y esto se ha visto reflejado en las notas.» Habla Lídia González, madre de Nayara, que estudia en la escuela municipal Salvador Llobet de Granollers. «No confiaba en ella misma, aprobaba matemáticas muy justita, creía que no podía y yo le decía: “Si los otros pueden, tú también”, pero mi hija tenía la autoestima por los suelos.»

Las divisiones eran de lo más complicadas para Nayara, pero el método, la atención en un grupo pequeño y el hecho de ver que poco a poco le iban saliendo las cosas la ayudaron a hacer un giro en poco tiempo: «Hasta ella me lo dijo. Me decía: “He mejorado muchísimo, ahora lo he entendido.” Yo creo que es imposible que una profesora con muchos alumnos se pueda dedicar a todos los que necesitan esta atención. Yo he notado muchos cambios en ella durante este curso.» Lídia lo tiene claro: «Hay más alumnas que son tímidas a la hora de pedir ayuda y, muchas veces, no pueden expresarse y no dicen nada. Yo estoy muy contenta, ha sido muy satisfactorio y lo recomiendo.»

Nayara dice, ya a punto de acabar el curso, que cada vez se están complicando más las matemáticas, pero que la están ayudando y va mejor. Lo que más le gustaba de MATH TUTORING eran las actividades y los juegos, que lo hacían todo más fácil. «Ahora soy más participativa en clase y me gustan mucho más las mates. Me gustan mucho las multiplicaciones y las divisiones, pero de una cifra. Las fracciones me cuestan.» Nayara sigue esforzándose y ya no se siente tan incómoda en las clases formales: «Cuando me dijeron que me escogían para MATH TUTORING lloré, y ahora pienso que fue bueno que me ayudasen. Me siento más segura conmigo misma, me siento orgullosa y he aprendido cosas nuevas.»

Su profesora en la escuela Salvador Llobet, Coral Acevedo, sí que la define como una alumna abierta, y cree que ahora tiene un aprendizaje más consolidado, por ejemplo, en fracciones, porcentajes y raíces cuadradas. Destaca de ella que le gustan la música y la danza, actividades con las que se siente menos miedosa, pero también ha ganado en motivación a la hora de resolver operaciones matemáticas porque  le ha ido muy bien poder repasar contenido como las multiplicaciones: «Es un espacio para consolidar aprendizajes que tienen más encallados y que no han acabado de asimilar del todo», asegura Coral.

Alba Molins, tutora de MATH TUTORING, tiene experiencia en educación no formal y del tiempo libre como integradora social y, para ser tutora de MATH TUTORING, ha pasado por un proceso de formación de la Fundació Bofill sobre didáctica de las matemáticas y sobre cómo motivar al alumnado en esta materia. Utiliza un soporte tecnológico con propuestas didácticas que facilitan al alumnado desarrollar habilidades matemáticas fomentando la resolución de problemas de manera personalizada y práctica.

Alba comenzó las sesiones impartiendo matemáticas con contenidos de cuarto. «La primera actividad eran las restas. En las sesiones de formación nos decían que si el alumno encontraba dificultades en sexto era porque había conceptos no consolidados de antes.» Durante las 16 sesiones de este programa, el nivel se va acercando al de sexto. MATH TUTORING «busca romper con la idea de que las matemáticas son aburridas y que no se pueden hacer jugando. Hemos intentado trabajarlas de manera lúdica, con el tiempo y la ratio que tenemos, para romper con este estigma.» La respuesta unánime del alumnado es que se ha divertido y ha avanzado.

La directora de esta escuela municipal, María José Cano, destaca que «MATH TUTORING es importante porque sirve para reforzar a alumnos que tienen necesidades educativas y que en el aula ordinaria no pueden tener este tipo de soporte tan individualizado. Hay dos tutores con tres o cuatro alumnos cada uno, y esto es un privilegio.» Cano remarca el rigor del programa y el hecho de que «los alumnos, fuera de la hora lectiva, se quieran quedar para tener un apoyo en matemáticas contentos y felices. Esto es imprescindible.»

Para Cano, «es importante no solo en el ámbito del aprendizaje sino también en el de la seguridad emocional. Hay alumnos que tienen necesidades muy grandes, no tienen una base y esto provoca que tengan dificultades año tras año. Es bueno que aprendan conceptos de base, que conozcan los fundamentos, porque, si no, arrastran dificultades.»

El juego y la  motivación

Anna Riera, estudiante del grado en Magisterio de Educación Primaria, es tutora de MATH TUTORING de cuatro grupos de niños y niñas en tres centros diferentes. Comenta que el alumnado no concebía las matemáticas desde el punto de vista del juego, los enigmas y los problemas. «Con las actividades practicaban las operaciones sin ser conscientes de ello, por ejemplo, buscando números que restasen o sumasen lo mismo. Al hacerlo en forma de reto se les hacía más ameno, practicaban más y así la mejora es casi segura.»

Mamadou, Abubakary, Adama y Tanbir forman parte de los dos grupos de sexto de Anna Riera. La tutora de sexto A de la escuela, Cristina Rodríguez, pone énfasis en qué nuevas actitudes y aptitudes ha percibido en clase durante los seis meses de esta extraescolar. «He visto una evolución en la manera como se enfrentan a la materia. Normalmente, si no te gusta una cosa o no te es fácil, coges como miedo, y ellos han perdido esta reticencia. Hasta ahora se bloqueaban en las clases, decían “no lo sé hacer”, y han pasado a tener una actitud más positiva. Yo creo que se sienten más capaces y han roto con el tabú que tenían con la materia.» Para Mamadou, uno de los días más interesantes fue cuando, con motivo del Día Mundial de las Matemáticas (14 de marzo), hicieron una actividad en el patio que consistía en buscar figuras geométricas, como un círculo que hay en la pista de deportes.

Adama tampoco se creía que las matemáticas pudiesen ser entretenidas y tenía miedo de fallar en clase. En cambio, actualmente hace divisiones un poco más complicadas y se toma su tiempo para hallar la solución. Esto ha hecho que vaya más tranquila y feliz a la escuela. Una vez entendió la descomposición de los números, todo apareció mucho más claro, por eso afirma que «MATH TUTORING es muy divertido y es una forma más fácil de aprender mates.»

También Tanbir iba a la actividad con ganas: «Me lo pasaba muy bien. Antes las matemáticas eran un poco difíciles para mí, pensaba que eran muy aburridas, y ahora he aprendido a hacer divisiones y multiplicaciones de manera más fácil.» A Tanbir le gustaría continuar yendo para seguir aprendiendo, y es que cree que aún necesita este refuerzo.

Una de las madres de esta escuela, Souad Lakhal, hace un balance muy positivo del curso: «Estoy orgullosa de mi hija porque ha estado aplicada, se ha comprometido y ha cumplido. A ella, esto de los números le cuesta y ha avanzado bastante. La veo más independiente y más segura de ella misma.» Se refiere a Jihan, para quien tan importante como entender las cifras era saber qué decía el enunciado del problema o qué tenía que hacer. «La comprensión lectora es muy importante y con MATH TUTORING leer se hace más ameno», remarca la madre.

Las frases que más repite el alumnado que ha recibido este apoyo son: «Antes no mes gustaban las mates, ahora sí», «hacer matemáticas en grupos pequeños es mejor» y «ya no me da vergüenza levantar la mano». Y es que a medida que las tareas iban siendo más difíciles, pero las resolvían, se iban quitando los miedos de encima e iban incrementando la autoconfianza y los aprendizajes.

«Antes no me gustaban las mates, ahora sí.»

«Hacer matemáticas en grupos pequeños es mejor.»

«Ya no me da vergüenza levantar la mano.»