Pol Berenguer, tutor de 4t A en la Escola Vedruna Manlleu

La lectura se convierte en un pilar fundamental en el desarrollo de los diferentes aprendizajes. En otras palabras, muchas veces los niños y niñas necesitan un buen nivel de fluidez y vocabulario para entender e interpretar informaciones de la vida cotidiana. ¿Cuántas veces, en nuestro día a día, tenemos que entender cartas, observar carteles informativos o bien leer correos electrónicos? Seguro que potenciar estas habilidades en los niños y niñas se trata de un reto de lo más funcional para su futuro.

Vedruna Manlleu es una escuela considerada de alta complejidad, en una población donde la distribución de alumnado con necesidades en todos los centros educativos de la ciudad es habitual desde hace más de tres décadas. En Manlleu se pueden escolarizar cerca de 200 nuevos alumnos a lo largo de un curso escolar de septiembre a junio: la llegada de nuevas matrículas es constante, lo que hace que la adaptabilidad a la acogida sea fundamental. En la escuela tenemos el 40% de niñas y niños de NEE (Necesidades Educativas Especiales) y constan 23 procedencias de países de todo el mundo. La capacidad integradora de la ciudad responde a un modelo reconocido de éxito por parte de diferentes entidades y fundaciones que velan por la equidad social y educativa en nuestro país.

En este contexto, la llegada del programa LECXIT a Vedruna Manlleu el curso 2022-23, bajo el paraguas del proyecto de evaluación educativa de Refuerzo Educativo de la Fundació Bofill, ha sido más que gratificante. Anteriormente, alumnado de la escuela había participado en el programa en la biblioteca municipal, pero ahora era la primera vez que se realizaba propiamente en el centro.

El programa LECXIT fomenta la relación entre escuelas y familias para dar recursos y acompañamiento a los alumnos a la hora de encontrar habilidades y destrezas para mejorar en la lectura. En concreto, en la escuela se realizó con un grupo de 10 alumnos de 4º de primaria y el primer éxito fue la permanencia del 100% de las niñas y niños participantes. Al mismo tiempo, gran parte del éxito también recae en el equipo humano, siendo el motor del programa: por un lado, el acompañamiento del voluntariado, un grupo de personas que dedican a los niños y niñas una hora a la semana cada semana del curso realizando dinámicas que fomentan su mejora lectora. En este punto fue fundamental contar con la totalidad del voluntariado prácticamente desde el inicio de las sesiones. Por otro lado, el programa también cuenta con una persona que se encarga de dinamizar las tareas que se realizan y compartir las valoraciones con los y las docentes de la escuela. Esta figura, junto con el acompañamiento constante desde la Fundació Bofill, también ha sido esencial.

El hecho de crear parejas entre voluntarios y voluntarias y alumnado acaba creando vínculos muy potentes. De hecho, con el paso de las semanas, se notaba que los niños y niñas participantes en este programa explicaban anécdotas a los y las docentes de la escuela e, incluso, a sus compañeros y compañeras de clase. Estas personas voluntarias acabarán siendo referentes para los niños y niñas, cogiendo así un modelo a seguir y apreciando la importancia de la lectura en nuestra sociedad. “Fue una persona que siempre recordaré porque me enseñó muchas cosas”, nos decía una de las alumnas participantes.

Como resultado, los y las docentes de la escuela Vedruna Manlleu han podido apreciar mejoras en los niños y niñas que han participado en este programa. Cada semana había un traspaso de información entre los docentes de la escuela y la persona que dinamizaba el programa. “Necesitamos contacto con profesionales de diferentes ámbitos para continuar en este proceso de mejora en la lectura”, comentaba uno de los tutores de 4º de Primaria de la escuela, una vez finalizado el programa LECXIT. Seguro que el hecho  de compartir opiniones y experiencias educativas ha permitido atender y ayudar a los alumnos a mejorar el proceso de aprendizaje de la lectura.

En la escuela Vedruna Manlleu acostumbra a haber diversidad de niveles de aprendizaje entre los niños y niñas de una misma clase. Este hecho genera que, en ocasiones, los y las docentes tengamos la sensación de que a algunos alumnos les faltarían horas de enseñanza para reforzar y ampliar contenidos. El hecho de que haya programas de refuerzo educativo como LECXIT genera que algunos niños y niñas puedan tener estas horas extras tan importantes en la mejora lectora, vital en todo proceso de aprendizaje.

Después de comprobar que la experiencia ha dejado huella tanto en alumnos como en familias participantes, el programa ha sido un antes y un después en la escuela. Haberlo podido desarrollar en el propio centro, bajo una supervisión constante y formando parte de un gran proyecto pionero en evaluación educativa como es Refuerzo Educativo, ha supuesto para la escuela un plus de cambio, de innovación y de transformación que quisiéramos que no se quedase aquí, sino que llegara a convertirse en un proyecto integrado en un futuro próximo. La escuela incluiría el programa en su proyecto pedagógico para convertirlo en una realidad consolidada que garantice que ningún niño o niña se quede sin oportunidades lectoras.